Si bien muchos ya lo conocen, desde hace 20 años que la Unión Europea regula las potenciales emisiones de gases contaminantes en vehículos nuevos. Estas regulaciones son conocidas como las normas Euro y afectan a todo tipo de vehículos excluyendo aviones y embarcaciones marítimas. Estas normas comenzaron a emplearse en 1993 y, desde entonces, los cambios han sido notorios, no solo en las emisiones sino también en las tecnologías que permiten limitar las mismas.
La norma actualmente en vigencia se llama la Euro 5 y los vehículos que más han visto un cambio drástico son, por ejemplo, los camiones. Un camión de la década del 80 poseía una menor potencia y era infinitamente menos contaminante que un camión actual, el cual además ofrece prestaciones muy superiores.
Dentro de la industria de los camiones, los fabricantes se han dividido históricamente entre dos sistemas para amenguar las emisiones de sus máquinas para poder mantenerlos por debajo de lo que establecen las normas. Scania y MAN, por ejemplo, fueron los primeros en lanzar motores con sistemas de Reproducción Catalítica Selectiva (o SCR por sus siglas en inglés). Básicamente, con este sistema, los gases son «inyectados» con un químico llamado AdBlue que desactiva los óxidos de nitrógeno.
Scania lentamente fue abandonando ese sistema y uniéndose al resto de los fabricantes en su preferencia por la Recirculación de Gases de Escape (o EGR), teniendo hoy en día ambos tipos de motores en el mercado. Volvo, por su parte, también incursionó en el mercado de los motores SCR – cosa que con el diario del lunes, resultó ser una movida muy inteligente.
¿Por qué? Porque el 1º de enero de 2014 entrará en vigencia la nueva norma Euro 6 que intentará bajar aún más los niveles de emisiones permitidos en vehículos nuevos. Esta norma es la última por el momento – se llegará a los límites ecológicos máximos que se pueden exigir a los motores diesel propulsados por combustibles derivados del petróleo y aún no existe la tecnología para limitarlos aún más.
Sin embargo, el traspaso tampoco será fácil. Para poder limitar los niveles de emisiones a aquellos permitidos por la norma Euro 6, los fabricantes de camiones deberán combinar los sistemas SCR y EGR, ya que ninguno logrará llegar a los objetivos por sí solos. Es por ello que tanto Scania como Volvo tienen una ventaja, ya que han trabajado con ambos sistemas en el pasado.