Ya les habíamos contado en Facebook hace un tiempo sobre Volvo y sus camiones que funcionarán a base de éter de dimetileno, los cuales saldrán a la venta en 2015. Como a ustedes, nos pareció súper interesante la propuesta y nos decidimos a investigarlo más a fondo… lo que encontramos es muy alentador para el mercado de maquinaria pesada ecológica en el mundo.
¿Qué es el éter de dimetileno?
El éter de dimetileno (o DME por sus siglas en inglés), es un gas derivado del metano. Su uso más común es como sustituto para el gas licuado de petróleo pero también se utiliza como disolvente, como reemplazo de propelentes de clorofluorcarbono en aerosoles y como refrigerante. El DME es más pesado que el aire y no es tóxico, aunque tiene un efecto narcótico cuando se inhala.
Como combustible alternativo, el DME ofrece una performance de la misma calidad que el diesel, con un alto número de cetano (lo que sería su octanaje si fuera gasolina) y un punto de inflamación bajo. El DME se consume sin producir producir hollín y tampoco es cancerígeno, además de que puede ser producido con elementos domésticos y del gas natural. Utilizado de forma correcta, el DME puede reducir las emisiones de dióxido de carbono en hasta un 95%.
Los Volvo a éter de dimetileno
Volvo ya viene testeando tecnología para convertir a estos camiones en realidad desde el año 2009, en Suecia. La empresa espera que para 2015 ya pueda ofrecer un modelo D13 a DME, el cual se ofrecerá a la par de la línea de camiones que ya funcionan a gas natural, también producidas por Volvo.
El DME es el combustible alternativo que más funcionaría para maquinaria pesada, justamente por ser tan similar al diesel. Además, y a diferencia del gas natural, no necesita ser guardado a temperaturas criogénicas y no se ve afectado por el frío. Un motor a DME es muy parecido a un motor Diesel pero de todos modos necesita modificaciones: se necesita de un nuevo sistema de inyección que pueda manejar la baja densidad del DME, a doble de velocidad para obtener la misma performance que el Diesel. El DME es inyectado como un líquido, pero necesita de menor presión.
Por el otro lado, al no derramar hollín, el DME no necesita de un filtro, ni un regenerador ni un séptimo inyector o un sistema de recirculación de gas. El costo de producción de estos motores es elevado, pero se espera que solamente lo sean por ahora, a medida que se investigan las mejores opciones. Luego de expandido su uso, es probable que tengan un menor costo a los motores Diesel.
Peligros
Si bien el DME parece ser perfecto, sí tiene una cosa en su contra: su bajo punto de inflamación y el efecto narcótico por su inhalación. La tecnología que permite conducir un vehículo de este tipo tendrá que asegurar un nivel de seguridad óptimo para no explotar en medio de la ruta, ni dormirse al volante por fugas.
Pero por ahora, todo parece estar en buenas manos: si alguien puede hacerlo, seguramente sea un gigante de los camiones como Volvo.
¿Qué te parece este nuevo combustible alternativo? ¡Contanos en los comentarios!